Tu cuerpo


Mi mano viaja por tu piel,

mientras tú suspiras en las tierras de Morfeo,

pierdo la mano en la curvatura de tu cuerpo,

conquistando la suave línea de tu cuello.

Bajo embelesado por la delicadeza de tus hombros,

las yemas de mis dedos

se deleitan en las montañas de tus senos,

mi lengua voraz, ávida, presurosa,

baja a jugar con ellos.

Suspiras en sueños.

Mi mano sigue su recorrido

e invade tu plano vientre,

donde la abro

y siento como respiras agitada.

Mis dedos siguen por tu muslo,

acariciándolo como si fuera la primera vez,

percibiendo la suavidad de tu piel,

queriendo conquistar lo escondido en tus piernas.

Atrevidos,

se introducen entre ellas,

buscan el néctar de los dioses.

Jadeas en sueños.

Tu boca de coral se abre,

tu lengua lame tus labios,

susurras mi nombre

en el estallido de placer.

Abres tus ojos buscándome.

Y yo,

impaciente ya,

quiero mezclarme contigo en el placer,

y subo conquistando la geografía de tu cuerpo

y subo para amarte,

sellando tus suspiros en un beso.